23/1/10

TALLER: PARTINUPLÉS ¡ESE GRAN DESCONOCIDO!






Siguiendo el carácter de formación y entrenamiento existente en Workgroup teatro surgió la necesidad de tener un reencuentro con nuestro teatro del Siglo de Oro, con sus formas, historias y personajes. Como encargado del proyecto, planteé trabajar con una obra desconocida, de una desconocida autora del Siglo de Oro para así evitar caer en lecturas demasiado manidas y en formas demasiado vistas:

El conde Partinuplés de Ana Caro



El taller se ha inspirado en un curso que realicé con el actor inglés Will Keen sobre textos de Shakespeare, en donde primaba la necesidad de comunicar y el carácter público de lo que acontece en escena.
Con la ayuda de Silvia Nieva como asesora de verso desarrollamos el trabajo siguiendo estos dos preceptos:

1ª) De la necesidad de comunicar.
A través de una serie de ejercicios hemos tratado de otorgar a las palabras su propia identidad, de convertir el texto en el resultado de la necesidad de comunicar. Nos hemos dado cuenta de tres de los factores que intervienen en este hecho: el comunicador (yo personaje), el objeto comunicado (el texto) y el receptor de la comunicación (el otro). Dentro de este trabajo hemos experimentado la importancia de la escucha; no es pasiva, sino que es motor de lo que se dice: escuchamos al otro mientras hablamos. Pero no siempre que hablamos, ni que escuchamos, somos entendidos. El propio trabajo de la comunicación nos lleva al de la incomunicación (la frustración al no verse satisfecha nuestra necesidad de comunicar).

2ª) Del carácter público de lo que acontece en escena.
¿Cómo esperan el resto de personajes y el público que nos comportemos?
El trabajo del actor sobre el personaje se ha basado en improvisar respuestas a esta pregunta. Para ello tenía que tener en cuenta las reacciones que se producían a “sus palabras” y actos. El actor y el personaje tenían que estar en permanente alerta, su ocupación era únicamente estar en el “aquí” y en el “ahora” comunicando y creando una relación imaginaria de inferioridad frente a los otros personajes y al público: la acusación (cada personaje está siendo juzgado por los otros y debe actuar en consecuencia a esto).

Con las 50 horas de duración del taller y con la clase abierta con la que finalizó hemos querido “plantar una semilla”, una base para el trabajo con el texto y para continuar desarrollando un lenguaje propio y común dentro del grupo.

Andrés Ruíz

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