29/12/09

Memoria del curso con Jeremy James



Del 2 al 8 de diciembre tuvo lugar el taller de ensemble, complicidad y coro trágico a cargo del actor, director y pedagogo Jeremy James con excelentes resultados.

Media hora antes de empezar, Jeremy ya se encuentra en la sala. Prepara sus elementos de trabajo. Sume al espacio en una atmósfera relajada, sensible, delicada, a través de algún tema musical que cada día se repite como un pequeño ritual de preparación. Reparte pelotas de tenis y deja que cada uno se prepare para comenzar el trabajo. Se comienza puntual y todo el mundo sabe que es así.

A través de juegos muy sencillos, ejercicios de escucha, complicidad, confianza, disponibilidad, la idea del estado en el que tiene que estar un actor en escena se va vislumbrando; el compromiso físico, la atención, la relajación del cuerpo, la sensación espacial... sensaciones individuales que cada uno de los participantes explora y experimenta de un modo muy personal. Pero no consiste sólo en eso la investigación que se está llevando a cabo. ¿Qué pasa con el grupo? ¿Cómo funciona un grupo en complicidad más allá de la propia individualidad? Atención, apertura, compromiso, liderazgo; poco a poco vamos entendiendo la doble dimensión del actor en escena y el equilibrio que debe existir entre ambas, la individual y la colectiva. “Trabajar para el grupo”; a lo largo de la semana todos los ejercicios e improvisaciones que se desarrollan giran en torno a esto. A ese equilibrio, a esa responsabilidad.

El grupo comienza a respirar por si mismo, a tener una creatividad propia, una manera de estar que es la suma de todos sus miembros. Un elenco que comienza a pensar y perseguir una idea en común. En el desarrollo del coro ese equilibrio es claramente el objeto de investigación y trabajo. Equilibrio entre la propuesta individual y cómo el grupo debe asimilarla, equilibrio entre el liderazgo del que 'guía' y el compromiso del resto de individuos con ese líder, un líder en constante cambio, que llegado un momento se funde en todos y cada uno de los que componen el coro.

La experiencia de Workgroup en este entrenamiento y en esta manera de entender lo colectivo y lo individual como simbiosis, ha sido muy estimulante y en algunos momentos tremendamente frustrante. 'Escuchar al grupo', '¿qué está pasando?','¿qué se está leyendo?', han sido verdaderos desafíos a la hora de construir las improvisaciones. Mantener una disciplina física muy concreta y precisa marcada por Jeremy y dentro de ella comenzar a crear imágenes, lugares, situaciones, en complicidad, con el grupo, conscientes de todo lo que se hace y al mismo tiempo haciéndolo de una manera sencilla y concreta ha resultado complejo. En definitiva, disciplina y creatividad reñidas durante todas las improvisaciones.

Por último, quizá uno de los puntos más estimulantes que se han abordado ha sido el trabajo con la construcción de imágenes, de ensoñaciones, de 'situaciones' muy concretas a través del coro. Verdaderas improvisaciones colectivas donde la relación con el grupo y 'lo que se hace', pasa por una conexión muy clara y concreta con lo que se está viendo y por lo tanto con lo que se quiere contar. Es desde ese lugar, de plena libertad creativa, donde la disciplina y toda la técnica que se han desarrollado a lo largo del taller se funden y se adecúan al servicio de la creatividad individual de cada uno de los miembros del coro para construir sencillamente una escena, un momento único en el que de repente 'algo ocurre', de una manera colectiva. Es en esos momentos donde surgen los destellos de un teatro verdadero y total, colectivo e individual.



Juan Ignacio Ceacero

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